Domingo 15 de abril, dos y media pasadas de la tarde. El modesto Vive Menorca (segunda temporada en la liga ACB) acaba de vencer tras una prórroga y contra pronóstico al Unicaja de Málaga (actual campeón de la liga ACB y flamante semifinalista de la Euroliga) en el Pabellón Martín Carpena de Málaga (81 – 83).
El Unicaja venía de vencer el pasado jueves al Winterthur Barcelona por 67 a 64 consiguiendo por primera vez en su historia una plaza para la final a cuatro a disputar en Atenas. El Vive Menorca llegaba al partido con la vitola de último clasificado y con un pobre bagaje de victorias lejos de Menorca (tan solo dos). En principio todo apuntaba a una victoria cómoda para los locales.
A favor de los malagueños, la calidad de su plantilla; a favor de los menorquines, el mayor descanso entre semana. Empezó el partido y todo iba por los cauces normales y dentro de la lógica, partido totalmente controlado por los locales. Pero a medida que pasaron los minutos, quizá por la resaca europea, quizá por el desgaste físico de los locales el pasado jueves, los malagueños empezaron a desfallecer y los menorquines poco a poco empezaron a recortar los doce puntos de desventaja y a creer en sus opciones de victoria. Las diferencias entre objetivos, presupuestos, plantillas, etc, empezaron a desaparecer y lo que tenía que ser a priori un paseo militar para los malacitanos empezó a convertirse en la sorpresa de la jornada. Los menorquines pudieron ganar en la última posesión del partido pero fallaron y fue en la prórroga cuando finalmente consiguieron la gesta. Victoria que permite seguir soñando con la permanencia a una isla que respira baloncesto.
De vez en cuanto se rompen los pronósticos y se producen estas sorpresas, que nunca dejan de ser noticia, al contrario, llaman la atención de la gente, animan la competición y son la verdadera grandeza y la verdadera magia del deporte en general y lo que realmente engancha del baloncesto en particular, el factor sorpresa, la posibilidad de que el pez chico se coma al grande, el hecho de que el dinero no lo sea todo y que la ilusión de los modestos pueda con los presupuestos multimillonarios de los más poderosos.
A ver cual será el próximo David contra Goliath…
El Unicaja venía de vencer el pasado jueves al Winterthur Barcelona por 67 a 64 consiguiendo por primera vez en su historia una plaza para la final a cuatro a disputar en Atenas. El Vive Menorca llegaba al partido con la vitola de último clasificado y con un pobre bagaje de victorias lejos de Menorca (tan solo dos). En principio todo apuntaba a una victoria cómoda para los locales.
A favor de los malagueños, la calidad de su plantilla; a favor de los menorquines, el mayor descanso entre semana. Empezó el partido y todo iba por los cauces normales y dentro de la lógica, partido totalmente controlado por los locales. Pero a medida que pasaron los minutos, quizá por la resaca europea, quizá por el desgaste físico de los locales el pasado jueves, los malagueños empezaron a desfallecer y los menorquines poco a poco empezaron a recortar los doce puntos de desventaja y a creer en sus opciones de victoria. Las diferencias entre objetivos, presupuestos, plantillas, etc, empezaron a desaparecer y lo que tenía que ser a priori un paseo militar para los malacitanos empezó a convertirse en la sorpresa de la jornada. Los menorquines pudieron ganar en la última posesión del partido pero fallaron y fue en la prórroga cuando finalmente consiguieron la gesta. Victoria que permite seguir soñando con la permanencia a una isla que respira baloncesto.
De vez en cuanto se rompen los pronósticos y se producen estas sorpresas, que nunca dejan de ser noticia, al contrario, llaman la atención de la gente, animan la competición y son la verdadera grandeza y la verdadera magia del deporte en general y lo que realmente engancha del baloncesto en particular, el factor sorpresa, la posibilidad de que el pez chico se coma al grande, el hecho de que el dinero no lo sea todo y que la ilusión de los modestos pueda con los presupuestos multimillonarios de los más poderosos.
A ver cual será el próximo David contra Goliath…
7 comentarios:
Jejej com a bon menorquí,jo també vaig disfrutar de sa victoria!:)
Una cosa.Ves alerta perque si t'hi fixes,as darrer paràgref no poses cap punt i asò el fa massa llarg.Però bonu,ara ja has començat un blog.No el pots abandonar!;)
M'encanta es nom!
El próximo David contra Goliath fue ayer. Racing-Madrid.
exacto eloy, que grande tu respuesta, teniendo en cuenta que hablo del domingo y tu partido fue el sábado....
Qué tiquismiquis que eres... está bien, el próximo David y Goliath será en el Calderón con la visitia culé. ¿Mejor así?
en este blog cada uno puede expresar su opinión libremente sin ningún problema, pero de la misma manera también se le puede rebatir libremente.
Hola!! Ganaron de pura chamba porque un segundo mas de partido y adiosssss!! el pop chirla este no es un buen fichaje por mucho que digan lo contrario... jajja Articulo fantastico!!!!
grande Vive Menorca con Chris Moss en plan estrella! Por cierto, pestoso Unicaja que le gana al Barça y va y palma con el Menorca.
Publicar un comentario